Los medios de comunicación estamos recogiendo lo que hemos permitido sembrar.
Los medios de comunicación escritos debemos estar haciendo algo mal. No se en que momento se ha dado entender que por tener un periódico, una revista, un portal web o un blog, los profesionales que hay detrás deben publicar todo lo que les llega de forma altruista.
Mi impresión es que esto ocurre más en los medios medianos que grandes, y en medios especializados más que generalistas. Si bien estoy convencido que en los grandes grupos editoriales, de forma escalada, también sufrirán sus episodios…
En alguna ocasión he llegado a oír la sandez de algunos de los responsables de comunicación de grandes eventos náuticos decir: ¿si no escriben de nosotros, de que van a escribir? Si verdaderamente ese pensamiento está generalizado sobre la prensa especializada, alguien está bastante equivocado. Pocos, y me cabrían en los dedos de una mano, son los eventos que realmente tengan la suficiente transcendencia en los deportes náuticos para que se publique de manera regular sus noticias por interés general.
Según mi opinión, el problema está en ambas orillas. Por un lado hay algunos botarates, plumasflojas venidos arriba, que eso de la relatividad no lo tienen muy aprendido, vomitando preguntas como la que oí en su momento. Pero por otro lado están los medios que comulgan con el refrán de «A buen hambre no hay pan duro», ejerciendo de agujero negro y dinamitando los cimientos empresariales del cuarto poder fáctico.
Hace una semana sin ir más lejos, un evento notorio, con presupuesto solvente y apoyado por las instituciones públicas envío una nota de prensa promocional. Al no verla publicada se pusieron en contacto con nosotros. Después de habernos invitado presencialmente en otras ocasiones para cubrir su evento, siempre de forma más que satisfactoria hablando en términos de ROI, en algunos momentos de la conversación casi se nos exigía, en otros de forma lamentable, casi se nos imploraba, que le publicáramos la nota de prensa. Nos sorprendió el arte de persuasión, poco más o menos de teleoperadora de tres de la tarde.
Le intentamos hacer entender que para ellos se hubieran fijado en nuestro medio, detrás de el había una serie de periodistas y comunicadores especializados dedicados a generar contenidos, entrevistas y opiniones de calidad, y que esos profesionales más la estructura que se necesita para hacer que un medio de comunicación sea sostenible en el tiempo se soportaban a través de la publicidad, los planes de medios y/o los convenios de colaboración, instándoles a analizar sus necesidades y proponiéndoles la publicación de la nota en el conjunto de una colaboración a medida. Nunca más se supo.
La crisis de los medios de comunicación se superará cuando dejemos de ser una ONG.
Este articulo se publicó en el periodico ABC el 8 de junio de 2018.