El asociacionismo náutico tiene que dar un salto cualitativo.
En 1961, J.F. Kennedy pronunció durante su discurso de investidura la famosa frase «No preguntes lo que tu país puede hacer por ti; pregunta lo que tú puedes hacer por tu país.» Y ahí radica unos de los ejes maestros dónde el asociacionismo de provecho debería anclarse.
Ocho años más tarde nació la Asociación de Empresarios de Industria, Comercio y Servicios Náuticos (ADIN), la primera asociación náutica que existió en España, al abrigo del Salón Náutico de Barcelona, y germen del asociacionismo en España junto a las federaciones deportivas.
Desde ese momento el número de asociaciones fue creciendo. En 1983 apareció la Federación Española de Asociaciones de Puertos Deportivos y Turísticos (FEAPDT) y en 1998 la Asociación Española de Clubes Náuticos (AECN) formada por un elenco de reales clubes al amparo de Puertos del Estado con unos objetivos ciertamente partidistas y que en la actualidad coexiste pero donde su actividad no parece profusa.
Arranca un nuevo milenio y en 2006 aparecen la Asociación Nacional de Empresas Náuticas (ANEN) y la Confederación Española de Asociaciones de Clubes Náuticos (CEACNA). Esta última con el objetivo de reunir a las distintas asociaciones autonómicas de clubes náuticos que nacen para protegerse del incipiente auge de las marinas deportivas que crecen a la sombra de la burbuja inmobiliaria.
En la actualidad ANEN, FEAPDT y CEACNA son las asociaciones que realmente «cortan el bacalao» en nuestro país y en gran medida por la profesionalización de su gestión.
Pero pese a la interesante labor realizada hasta el momento, uno de los hándicap al que se enfrenta el asociacionismo es que las personas que lo componen se preguntan antes «porque me conviene» a «que puedo aportar.»
En otro orden conceptual, las asociaciones náutico marítimas se han escorado hacia la fórmula de los actuales partidos políticos y les falta la proactividad del «To Do». Un hacer coercitivo debido al recelo del que dirán si hago esto… o por la necesidad de demostrar su seriedad siguiendo un camino preestablecido.
Partiendo de la base que una asociación sirve para estructurar las necesidades universales de sus socios y en buscar la manera de hacer lo necesario para que se hagan realidad, el asociacionismo náutico marítimo en España debería aunar esfuerzos de análisis común y posteriormente una buena dosis de arrojo.
Podcast de entrevistas sobre asociacionismo náutico
Después de la publicación de este artículo en el ABC, Onda Vasca y Tripulante 18 me invitaron a realizar una entrevista y una columna de opinión sobre esta temática.
Entrevista en Onda Vasca
Entrevista en Tripulante 18
Una vez más el bien común debería ayudar a aquellas asociaciones que no saben dónde se encuentran a ubicarse y juntas encontrar el lugar adonde se quiere ir.
En esta sociedad donde la velocidad y la economía extermina en muchas ocasiones la cordura, el análisis y la filosofía deberían entrar de manera acentuada en las asociaciones en busca de respuestas que conduzcan a sus verdaderos socios a perder el miedo a avanzar.
Articulo publicado en el periódico ABC el 25 de junio de 2020.