Venimos de vivir la mejor temporada del turismo náutico que recordamos pero ojo, nos lo hemos encontrado…
Y es que las tendencias siguen llegándonos de ultramar muy a pesar del ombliguismo de Europa. El concepto del «Re» lleva calando en América del Norte desde finales del 2020 y poco a poco está penetrando en el viejo continente, y el resto del mundo, a través de entidades como la Organización Mundial del Turismo, donde por cierto los saudíes están intentando arrebatar a España su sede principal, ubicada en Madrid, a través una campaña brutal, o a eventos como el Sustainable & Social Tourism Summit que se celebra en México.
Este pensamiento, que viene arraigado a la pandemia, fue debido a que nos topamos con un tiempo que nadie pensaba que iba a tener y a un estado de incertidumbre mundial que nos obligó a meditar sobre el como íbamos a salir de esa situación. Al mismo tiempo observamos la naturaleza y percibimos como poco a poco volvía a tomar su papel protagonista, demostrándonos de forma tajante que para nada éramos necesarios en este mundo y que la vida sin nosotros, incluso podría ser mejor.
Vimos imágenes sorprendentes como guepardos tomando el sol en medio de los resorts de las reservas naturales en Africa, fauna retomando sus rutas ancestrales por medio de las grandes urbes e incluso delfines nadando por los canales de Venecia debido a la regeneración de sus aguas. Esa aplastante demostración de recuperación del planeta tierra nos hizo darnos cuenta del gran impacto que generamos en la naturaleza simplemente por existir bajo el modelo de vida actual.
En esos momentos de confinamiento fue donde se originó la necesidad de repensar, reaprender y revisar para reiniciarnos de forma diferente, aprovechando esa rotunda parada en seco para analizar y prepararnos para hacer las cosas de forma diferente. En ese instante fue cuando germinaron con fuerza conceptos básicos de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) que hasta ahora sólo eran una herramienta fantástica de postureo.
A nivel socioeconómico también nos hemos encontrando con la readaptación de las competencias y habilidades empresariales, y con conceptos como el coeficiente de adaptabilidad, denominado por las siglas AQ, que ya se utiliza en Silicon Valley y que manifiesta esa capacidad de adaptación, junto con la rapidez con la que se puede llegar a ese objetivo. Un parámetro que ya es clave para administrar la transición entre dos periodos sociales, generacionales o evolutivos.
Al mismo tiempo, ideas como la economía circular y el «Overtourism» también se han asentado con fuerza en esta era del «Re». La primera bajo el pensamiento de la reeducación, regeneración y reutilización, y la sobreexplotación turística desde el rediseño, la necesidad de revisar los paradigmas existentes y la readaptación en busca de un reinicio más sostenible.
El artículo La tendencia del “RE” también se publicó en la web del periódico ABC el 6 de octubre de 2021.