Finalizamos un 2021 con la sostenibilidad en liza.
Tras un entretenido mes de noviembre, donde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático ha llenado periódicos, tertulias y telediarios, los tiempos de viaje me han dado la oportunidad de analizar datos y sedimentar parte de la información que me ha llegado para seguir formándome una opinión al respecto.
Los que me conocen, saben que soy un firme defensor del transporte público. A parte de ser coherente con mi filosofía respecto al planeta, creo que organizándose, en la mayoría de los casos, se gana tiempo para hacer otras cosas que no sea dedicarlo a conducir tu propio medio de transporte del punto A al B, a no ser que vivas de ello. Durante esos trayectos, de más o menos duración, o mientras camino le doy tiempo a mi mente a analizar, divagar, imaginar, crear y sobretodo pensar.
En este mes, a parte de lo de Glasgow, y salvando las distancias respecto a su magnitud, también se ha celebrado el Simposio de Turismo Náutico Sostenible, unas jornadas organizadas por la Fundación Water Sports Plastic Free y que contó con la colaboración del Patronato Municipal de Turismo de Alicante y la Asociación Española de Periodistas Náuticos.
Para ser una primera edición, este foro ha evidenciado con rotundidad lo necesario que era para el sector náutico, sembrándose una prometedora semilla que tiene la oportunidad de crecer de manera diferente a la de las cumbres de cambio climático y ser realmente útil, promoviendo palpables casos de éxito de verdadera sostenibilidad sin documentos estériles.
Para ello, se va a tener que picar mucha piedra. Recuperar la credibilidad de la parte medioambiental de la sostenibilidad y equilibrar la balanza respecto a las áreas social y económica va a ser como poco, «divertido». Este concepto medioambiental es un objetivo manido por culpa de los lobbies, donde los políticos han demostrado ser meros títeres sin columna vertebral, trayendo como resultado el hartazgo de la sociedad y consecuentemente una triste falta de empatía por el problema.
La buena intención con las que se generan estas reuniones en busca de fórmulas para una convivencia en equilibrio con nuestro planeta, y donde la pandemia nos ha demostrado que los humanos somos totalmente prescindibles para ella, está machacada. Como bien se definió durante el interesantísimo debate de prensa de este simposio en Alicante, «la sostenibilidad es un concepto mediático de tendencia pero que arrastra una gran demagogia».
Es por eso que toda acción que se quiera realizar en favor de la sostenibilidad, tiene que ser tremendamente tangible. Para que cuando cualquier persona quiera rascar sobre ese hecho, ya sea en superficie o más en profundidad, esta se aferre sobre un terreno real con cimientos sólidos. Si no, seguiremos construyendo sobre fango maloliente.
El artículo «Rebuscando la sostenibilidad» también se publicó en la web del periódico ABC el 30 de noviembre de 2021.